Desde que el cine de animación empezó a tomar forma allá por el año 1917 diferentes artistas han ido aportando su granito de arena con la intención de, poco a poco, ir mejorando este formato que gusta a niños y a adultos por igual.
En cada país el cine de animación ha ido adoptando su propio estilo, adaptándose a cada cultura y mostrando al mundo a través de sus obras las inquietudes y anhelos de su sociedad. Si viajamos al continente asiático (concretamente a Japón) hay muchos estudios que destacan dentro de este ámbito, siendo uno de ellos todo un referente del que muchos aspirantes a animadores quisieran formar parte.
Fundado en el año 1985 por Yasuyoshi Tokuma, Toshio Suzuki, Isao Takahata y Hayao Miyazaki, el Studio Ghibli ha brindado a los espectadores de Japón y de todo el mundo la posibilidad de disfrutar de obras realmente inolvidables. El trabajo y el mimo que hay detrás de cada escena de sus múltiples películas son valoradas por todos aquellos que disfrutan de ellas, y es que obras como La Princesa Mononoke, La Tumba de las luciérnagas o El Viento se levanta son ya para muchos auténticos referentes dentro del mundo del cine de animación.
Tanto en Japón como en el resto del mundo muchos animadores sueñan con formar parte de la plantilla de Studio Ghibli, sin embargo no todos sabes qué es lo que van a encontrarse una vez que llegan a las oficinas de este estudio.
Bajo las órdenes del mismísimo Hayao Miyazaki
Actualmente uno de los máximos responsables de Studio Ghibli es Hayao Miyazaki, un director y animador con una gran trayectoria profesional y que es admirado por miles y miles de personas gracias a su trabajo en películas como El viaje de Chihiro, El castillo en el Cielo, La Princesa Mononoke o Mi vecino Totoro.
Muchos afirman que las entrevistas de trabajo (realizadas por el propio Miyazaki) son bastante duras y difíciles de pasar, pues el nivel de talento y compromiso que se exige para trabajar en este estudio es demasiado alto, algo de lo que hablaremos más adelante.
Animación tradicional japonesa
Una de las características que más define al Studio Ghibli es el estilo de animación que se realiza en él. Mientras en occidente la mayoría de los estudios han decidido dar el salto a la animación en tres dimensiones (principalmente por abaratar costes), el Studio Ghibli sigue centrado en contar historias a través de la animación tradicional. Aunque en un primer momento puedas pensar que esto ya está algo anticuado, la verdad es que el enorme esmero que se pone en cada fotograma de sus obras hace que cada escena se convierta en un auténtico deleite visual, capaz de impactar a cualquier espectador que esté dispuesto a disfrutar de ella.
Por este motivo es importante dominar bien el arte del dibujo y la pintura, pudiendo así ofrecer a Studio Ghibli un acabo final acorde a su estilo visual.
Largas jornadas de trabajo
La explotación laboral es algo de lo que se ha hablado muchísimo en los últimos años, sin embargo si entras a trabajar en Studio Ghibli debes tener bien claro que no todo va a ser color de rosas, pues las jornadas laborales son más largas de lo normal, y todo eso a un nivel de exigencia que muy pocos podrían ser capaces de soportar. Aún así, y por sorprendente que pueda parecernos, son muchas las personas dispuestas a aguantar estar jornadas interminables de trabajo con tal de formar parte de la plantilla de este estudio.
Trabajar en Studio Ghibli Puede ser muy duro
No hace demasiado tiempo unos ex-trabajadores de Studio Ghibli dieron a conocer su experiencia en esta empresa a través de unas declaraciones en las que comentaban lo difícil e incluso tortuoso que había llegado a ser para ellos formar parte de la plantilla de este estudio.
Afirman que trabajar junto a Miyazaki puede ser muy perjudicial para la salud por el frenético ritmo de trabajo, las largas jornadas o el alto nivel de exigencia. De hecho, según han comentado fuentes cercanas, muchos de los trabajadores han terminado hospitalizados, con depresión e incluso planteándose la drástica idea del suicidio.
¿Vale la pena pasar por ello para trabajar junto al Rey de la Animación japonesa? Muchos están dispuestos a pagar el precio de aguantar los peores calvarios con tal de hacer realidad su sueño de formar parte de Studio Ghibli y sus fantásticas películas.